Martin Zielke, presidente de Commerzbank, el segundo banco comercial privado de Alemania, parcialmente nacionalizado, concluyó que la fallida fusión con Deutsche Bank “no aportaba suficiente valor añadido” y que “los riesgos de su aplicación, los costes de la reestructuración y las exigencias de capital habrían sido demasiado elevados para tamaña integración”.
